jueves, 3 de julio de 2008

Rescatan a Betancourt y a 14 rehenes

BOGOTA.- En un impresionante operativo de inteligencia, que provocó sorpresa y conmoción en todo el mundo, la ex candidata presidencial Ingrid Betancourt, un símbolo mundial de los secuestrados, fue rescatada ayer sana y salva por las fuerzas de seguridad de su país, junto con otros 14 rehenes, después de más de seis años de cautiverio en la selva.
"Esta es una señal de paz para Colombia", dijo entre sollozos una emocionada Betancourt, aparentemente en buen estado de salud, en sus primeras declaraciones tras ser liberada.
El audaz rescate, en el que no se disparó un solo tiro, fue posible después de que agentes de inteligencia lograron infiltrarse en la cúpula de la guerrilla y engañar a los rebeldes para que entregaran los rehenes al ejército.
La liberación de Betancourt supone uno de los peores golpes a las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) en sus más de 40 años de historia y ocurre después de que la guerrilla sufriera duros reveses en los últimos meses, incluida la muerte de por lo menos cinco de sus líderes. La ex candidata era considerada por la guerrilla su principal moneda de cambio en las negociaciones con el gobierno.
El incruento rescate representa el mayor éxito de la estrategia de seguridad del presidente Alvaro Uribe, al que fortalecerá políticamente en momentos en que la justicia colombiana está cuestionando su reelección, ocurrida en 2006 (ver aparte).
Junto con Betancourt, de 46 años y quien también tiene la ciudadanía francesa, fueron rescatados tres contratistas norteamericanos secuestrados por las FARC en 2003 y siete militares y cuatro policías colombianos, algunos de los cuales estaban en cautiverio desde hacía más de 10 años.
Los 15 liberados formaban parte del grupo de 40 rehenes "canjeables", que las FARC pretendían intercambiar por unos 500 guerrilleros presos.
Desde el papa Benedicto XVI hasta el presidente George W. Bush, líderes de todo el mundo celebraron la inesperada noticia. Incluso el presidente venezolano, Hugo Chávez, que mantiene una ríspida relación con Uribe, llamó a su par colombiano para felicitarlo.
Los 12 rehenes colombianos llegaron por la tarde a una base militar de Bogotá, donde fueron recibidos por sus emocionados familiares. Los tres norteamericanos estaban anoche en vuelo hacia Estados Unidos.
Betancourt, secuestrada durante la campaña presidencial de 2002, fue la primera en bajar del avión que trasladó a los liberados, y se fundió en un emocionado abrazo con su madre, Yolanda Pulecio, y su esposo, Juan Carlos Lecompte. "Le pido a Dios que esto les permita a todos los colombianos pensar que la paz es posible", dijo con la voz entrecortada la ex candidata, que vestía un chaleco y un sombrero militar, un pantalón negro y botas de goma. Demacrada y pálida, pero sonriente, Betancourt dijo que todavía aspiraba a "servir a Colombia como presidenta".
El encargado de dar la noticia sobre el audaz operativo fue el ministro de Defensa, Juan Manuel Santos. Según informó, el rescate se produjo en una zona selvática del departamento del Guaviare, en el sudoeste de Colombia. Santos explicó que el rescate, denominado operación Jaque, se decidió después de que un grupo de elite de la inteligencia del ejército logró infiltrarse en la cúpula de las FARC y en la camarilla que tenía en su poder a los rehenes.


Operativo ficticio
Los infiltrados montaron un operativo ficticio, por el cual los rehenes supuestamente debían ser trasladados a un punto específico de la selva para quedar bajo las órdenes directas de Alfonso Cano, jefe máximo de las FARC desde marzo. Los agentes encubiertos convencieron a los rebeldes de trasladar a los rehenes al sur del país, donde debían ser recogidos por un helicóptero supuestamente contratado por las FARC, pero que en realidad pertenecía al ejército colombiano.
Cuando el helicóptero despegó, los militares redujeron a los dos guerrilleros que custodiaban a los rehenes y dieron la buena noticia a los desconcertados secuestrados: "Somos del ejército nacional y ustedes están libres".
Según el comandante de las fuerzas armadas, general Freddy Padilla, la operación militar no tiene precedente "en Colombia ni en el mundo".
"La operación fue absolutamente impecable", contó después Betancourt. "El helicóptero casi se cae porque lloramos, saltamos, nos abrazamos."
Santos llamó a las FARC a liberar a los 25 rehenes "canjeables" que siguen en cautiverio y reiteró el ofrecimiento de paz a la guerrilla. "Hacemos un llamado a los nuevos cabecillas de las FARC para que depongan las armas. Les ofrecemos una paz digna", dijo.
Anoche, el embajador norteamericano en Colombia, William Brownfield, dijo a la CNN que Estados Unidos estaba enterado y cooperó con "aspectos técnicos" del rescate que permitió liberar a los 15 rehenes, pero recalcó que se trató de "una operación colombiana".


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