El Licenciado en Economía dijo que ''sentía un alivio'' por haber dejado el Ministerio de Economía, pasadas las 22.30 hs. de ayer 24 de abril. Así se lo hacía saber a un amigo mediante una comunicación telefónica, y por la mañana de hoy se lo vio saliendo de su departamento en Palermo Hollywood con una gran sonrisa.
¿Cuál es el motivo de ese alivio? El economista llegó al gobierno con el aval de la Presidente y de su padre político, Alberto Fernández. Pero no tuvo el respaldo de Néstor. Y eso, en el mundo K, significa una gestión más que obstaculizada. Para colmo tuvo que coexistir con el Secretario de Comercio Moreno, mano derecha y asesor de Kirchner en la economía. Tal vez cuatro meses de gestión fueron mucho para Lousteau. Desde el día después que asumiera se encontró con un modelo político-ideológico en donde el Ministro de Economía no es el ideólogo de las acciones a llevar a cabo, sino el ejecutor.
El primer indice de una controversia interna se vio reflejada en su discurso de apoyo a las retenciones móviles, cuando hace unos años atrás, el joven ministro había escrito en su libro que 'las retenciones mayores al 30% se convierten en confiscatorias' y por lo tanto inconstitucionales. Pero decidió seguir adelante.
El punto de inflexión se da la semana última cuando Lousteau le entrega un paper a Cristina Fernández con una serie de medidas a tomar para disminuir la inflación, en donde sostenía que había que enfriar la economía, es decir, generar un crecimiento sustentable. El ex presidente Néstor Kirchner lo interpretó como un ataque al modelo K, y se lo hizo saber en su discurso en Ezeiza, durante un acto peronista: 'Argentina no necesita que la economía se enfríe'.
El mensaje fue más que claro. Martín Lousteau venía madurando la idea de dejar el ministerio a raíz de que no recibió ningún tipo de comentario acerca de su paquete de medidas. Y encima, le pidieron que firmara un decreto donde se le daba más poder a Guillermo Moreno. Suficiente.
A las 19 horas de hoy, asumió el ministerio Carlos Fernández (sí, otro más). Un hombre de muy bajo perfil, proveniente del palacio de hacienda bonaerense y de la AFIP. Dicen que va a continuar con el modelo de acumulación que se vino registrando desde el 2003, pero ¿qué busca realmente ese modelo?
¿Cuál es el motivo de ese alivio? El economista llegó al gobierno con el aval de la Presidente y de su padre político, Alberto Fernández. Pero no tuvo el respaldo de Néstor. Y eso, en el mundo K, significa una gestión más que obstaculizada. Para colmo tuvo que coexistir con el Secretario de Comercio Moreno, mano derecha y asesor de Kirchner en la economía. Tal vez cuatro meses de gestión fueron mucho para Lousteau. Desde el día después que asumiera se encontró con un modelo político-ideológico en donde el Ministro de Economía no es el ideólogo de las acciones a llevar a cabo, sino el ejecutor.
El primer indice de una controversia interna se vio reflejada en su discurso de apoyo a las retenciones móviles, cuando hace unos años atrás, el joven ministro había escrito en su libro que 'las retenciones mayores al 30% se convierten en confiscatorias' y por lo tanto inconstitucionales. Pero decidió seguir adelante.
El punto de inflexión se da la semana última cuando Lousteau le entrega un paper a Cristina Fernández con una serie de medidas a tomar para disminuir la inflación, en donde sostenía que había que enfriar la economía, es decir, generar un crecimiento sustentable. El ex presidente Néstor Kirchner lo interpretó como un ataque al modelo K, y se lo hizo saber en su discurso en Ezeiza, durante un acto peronista: 'Argentina no necesita que la economía se enfríe'.
El mensaje fue más que claro. Martín Lousteau venía madurando la idea de dejar el ministerio a raíz de que no recibió ningún tipo de comentario acerca de su paquete de medidas. Y encima, le pidieron que firmara un decreto donde se le daba más poder a Guillermo Moreno. Suficiente.
A las 19 horas de hoy, asumió el ministerio Carlos Fernández (sí, otro más). Un hombre de muy bajo perfil, proveniente del palacio de hacienda bonaerense y de la AFIP. Dicen que va a continuar con el modelo de acumulación que se vino registrando desde el 2003, pero ¿qué busca realmente ese modelo?
Por Juan I. Agarzúa
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